NOCIONES DE FELICIDAD (dedicado a los montañeros)

04.02.2011 18:34

Digo siempre que, para autocalificarme de agnóstica, que no atea, culebreo en exceso con la fe, soy así, mi fácil disculpa es que nadie elige ser como es.

Y, en ocasiones, cuando necesito pararme, reflexionar, serenarme, casi bajarme del mundo, sea por inercia, devoción, o capricho, subo al Picacho o a la Sierra de Aras, me da igual. Para mi es cómo un símbolo, peregrino, viajo, asciendo hasta llegar a esa cumbre donde respiro un aire mas puro, y desde la que vislumbro la inmensidad de la Madre Naturaleza que achica todos mis problemas, miedos, o fantasmas. Inevitablemente termino entrando al Santuario o Ermita, rezo lo que sé, y enciendo velas, como tratando de trasladar a mis adentros su llama, su luz.

Con otras condiciones físicas, hubiera sido una convencida montañera, entiendo la necesidad de alcanzar la cima, la sensación de plenitud de arriba, e intuyo que en cualquier otra cumbre, en la que no hubiera materialmente nada alusivo a la fe, cristiana o no, yo me comportaría igual, rezaría o invocaría al Universo entero para que me condujese a mi sitio correcto. Es lo que persigo: estar naturalmente en donde y cómo debo, no deambular ni

 

sentirme perdida en el Cosmos.

En estas excursiones, cuando voy de regreso, me siento liviana, más fuerte y alegre, receptiva a las señales que emite el medio, parte del entorno en el que estoy inmersa, del que no soy simple expectadora.

 

Hace unos días subí hasta la Sierra de Cabra en mi coche. Hice lo de costumbre, quité la radio, concentrándome en la conducción, y en lo que me ofrecía el paisaje. Al llegar, pasee por los alrededores de la Ermita, entré a rezar, y encendí mis velas de rigor. Al bajar, como siempre, me sentí niña entre rebaños (y no es una licencia lírica, sino pura realidad), y me canté a voz en grito lo de “No has nacido, amiga, para estar triste, aunque llueva en tu corazón”. Disfruté de un hermoso atardecer, como me gustaba hacerlo en mi adolescencia, paladeando un momento de felicidad completa.