SED DE MAL

15.03.2011 18:36

Título: Tony Manero

Director: Pablo Larraín

 

Las miserias morales y materiales que generan asesinos en serie en el marco incomparable de los primeros años de la dictadura de Pinochet. Pop transido de pavor y absurdo. Y el mundo, cual bola de discoteca, sigue girando.

 

En la segunda película del chileno Pablo Larraín se nos ofrece el atormentado retrato de un psicópata que hará lo imposible -y lo indecible- por conseguir su sueño: convertirse en el nuevo John Travolta de la televisión local. Sus métodos bestiales y la impunidad que le asegura su hiperrealista entorno lo convierten en una metáfora impagable de los genicidios hispanoamericanos que aún desangran y traumatizan a sus respectivos países, lo que nos lleva a considerar a los monstruos que pululan por nuestras peores pesadillas políticas no como producto de nuestra exaltada imaginación o de una debacle absurdamente metafísica entre el Bien y el Mal, sino como el resultado programado de sistemas ideológicos basados en el odio, la incultura, la violencia, la explotación y la degradación más absolutas.

Asfixiante, hipnótica y desquiciada, es fiel a su promesa de emociones fuertes y nauseabundas. Rigor y estilo. Mala leche a raudales. Escalofriante.